El Desarrollo Humano es un paradigma de desarrollo
que va mucho más allá del aumento o la disminución de los ingresos de un país.
Comprende la creación de un entorno en el que las personas puedan desarrollar
su máximo potencial y llevar adelante una vida productiva y creativa de acuerdo
con sus necesidades e intereses. Las personas son la verdadera riqueza de las
naciones. Por lo tanto, el desarrollo implica ampliar las oportunidades para
que cada persona pueda vivir una vida que valore. El desarrollo es entonces
mucho más que el crecimiento económico, que constituye sólo un medio —si bien
muy importante— para que cada persona tenga más oportunidades.
Para que existan más oportunidades lo fundamental
es desarrollar las capacidades humanas: la diversidad de cosas que las personas
pueden hacer o ser en la vida. Las capacidades más esenciales para el
desarrollo humano son disfrutar de una vida larga y saludable, haber sido
educado, acceder a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida digno y
poder participar en la vida de la comunidad. Sin estas capacidades, se limita
considerablemente la variedad de opciones disponibles y muchas oportunidades en
la vida permanecen inaccesibles.
“El objetivo principal del
desarrollo es ampliar las opciones de las personas. En principio, estas
opciones pueden ser infinitas y cambiar con el tiempo. A menudo las personas
valoran los logros que no se reflejan, o al menos no en forma inmediata, en las
cifras de crecimiento o ingresos: mayor acceso al conocimiento, mejores
servicios de nutrición y salud, medios de vida más seguros, protección contra
el crimen y la violencia física, una adecuada cantidad de tiempo libre,
libertades políticas y culturales y un sentido de participación en las
actividades comunitarias. El objetivo del desarrollo es crear un ambiente
propicio para que la gente disfrute de una vida larga, saludable y creativa”.
Mahbub ul Haq (1934-1998)
Creador del Informe sobre Desarrollo Humano
Creador del Informe sobre Desarrollo Humano
Aunque este modo de concebir el desarrollo es con
frecuencia olvidado en el afán inmediato por acumular bienes y riquezas
financieras, no se trata de algo nuevo. Los filósofos, economistas y líderes
políticos destacan desde hace tiempo que el objetivo, la finalidad, del
desarrollo es el bienestar humano. Como dijo Aristóteles en la Grecia Antigua:
“La riqueza no es, desde luego, el bien que buscamos, pues no es más que un
instrumento para conseguir algún otro fin”.
La búsqueda de ese otro fin es el punto de
encuentro entre el desarrollo humano y los derechos humanos. El objetivo es la
libertad del ser humano. Una libertad que es fundamental para desarrollar las
capacidades y ejercer los derechos. Las personas deben ser libres para hacer
uso de sus alternativas y participar en la toma de decisiones que afectan sus
vidas. El desarrollo humano y los derechos humanos se reafirman mutuamente y
ayudan a garantizar el bienestar y la dignidad de todas las personas, forjar el
respeto propio y el respeto por los demás.
Orígenes del enfoque de
Desarrollo Humano
El enfoque de desarrollo humano nació, en parte,
como resultado de las crecientes críticas al enfoque de desarrollo predominante
en el decenio de 1980, el cual suponía un vínculo estrecho entre el crecimiento
económico nacional y la ampliación de las opciones individuales del ser humano.
Muchas personas, entre ellas el economista pakistaní Dr. Mahbub ul Haq, quien
cumplió un rol fundamental en la formulación del paradigma de desarrollo
humano, reconocieron la necesidad de un modelo de desarrollo alternativo por
varias razones, entre las que se incluyen:
- la
existencia de evidencia cada vez mayor en contra del convencimiento
generalizado, en ese momento, sobre el poder del efecto de goteo de las
fuerzas del mercado para propagar los beneficios económicos y erradicar la
pobreza;
- los
costos humanos de los Programas de Ajuste Estructural se tornaron más
evidentes;
- las
enfermedades sociales (el delito, el debilitamiento del tejido social, el
VIH/SIDA, la contaminación, etc.) continuaban diseminándose aun frente a
un crecimiento económico sólido y sistemático;
- una
ola de democratización a principios de los noventa aumentó las esperanzas
en torno a la creación de modelos centrados en las personas.
No obstante, muchos de los principios de este
paradigma pueden encontrarse en los escritos de estudiosos y filósofos de
tiempos pasados y de diversas sociedades.
A partir de 1990, el concepto de desarrollo humano
se aplicó a un estudio sistemático de temas mundiales, según se publicó en los
Informes anuales sobre Desarrollo Humano patrocinados por el PNUD. El trabajo
de Amartya Sen y de otras personas fundó las bases conceptuales de un enfoque
alternativo y más amplio del desarrollo humano, definido como el proceso de ampliación
de las opciones de las personas y mejora de las capacidades humanas (la
diversidad de cosas que las personas pueden hacer o ser en la vida) y las
libertades, para que las personas puedan vivir una vida larga y saludable,
tener acceso a la educación y a un nivel de vida digno, y participar en la vida
de su comunidad y en las decisiones que afecten sus vidas.
“El desarrollo humano, como enfoque, se ocupa de lo
que yo considero la idea básica de desarrollo: concretamente, el aumento de la
riqueza de la vida humana en lugar de la riqueza de la economía en la que los
seres humanos viven, que es sólo una parte de la vida misma”.
Prof. Amartya Sen
Profesor de Economía, Universidad de Harvard
Premio Nóbel de Economía, 1998
Profesor de Economía, Universidad de Harvard
Premio Nóbel de Economía, 1998
El desarrollo humano siempre ha sido flexible y ha
tenido un “final abierto” con respecto a definiciones más específicas. Pueden
existir tantas dimensiones del desarrollo humano como modos de ampliar las
opciones de las personas. Los parámetros que son claves o prioritarios para el
desarrollo humano pueden evolucionar con el tiempo y variar entre los
diferentes países y dentro de cada uno de ellos.
Algunos de los
temas y asuntos que se consideran de mayor importancia para el desarrollo
humano en la actualidad son:
- el
progreso social:
mayor acceso a la educación, mejores servicios de nutrición y salud;
- la
economía: la
importancia del crecimiento económico como medio para reducir las
desigualdades y mejorar los niveles de desarrollo humano;
- la
eficiencia en términos
de uso y disponibilidad de los recursos. El desarrollo humano propicia el
crecimiento y la productividad, siempre y cuando este crecimiento
beneficie de manera directa a las personas pobres, las mujeres y otros
grupos marginados;
- la
igualdad en
cuanto al crecimiento económico y otros parámetros del desarrollo humano;
- la
participación y la libertad , en especial mediante el empoderamiento, la
gobernabilidad democrática, la igualdad de géneros, los derechos civiles y
políticos y la libertad cultural, particularmente en los grupos marginales
definidos por parámetros tales como urbanos/rurales, sexo, edad, religión,
origen étnico, parámetros físicos y mentales, etc.;
- la
sostenibilidad
para las generaciones futuras, en términos ecológicos, económicos y
sociales;
- la
seguridad humana: la
seguridad ante amenazas crónicas de la vida cotidiana tales como el hambre
y las discontinuidades repentinas como la desocupación, la hambruna y los
conflictos.