Por Enrique Huerta BerríosEn los últimos 60 años, el proceso de urbanización en el PERÚ se muestra creciente e irreversible. En general son las ciudades las que concentran los avances tecnológicos y los recursos de capital para impulsar cadenas productivas. Más del 80% de las transacciones bancarias (depósitos y colocaciones) se realizan en Lima Metropolitana. Una pregunta clave surge por sí sola: ¿Cuál es el rol de las ciudades en el desarrollo rural? ¿Qué papel juegan los corredores económicos en este proceso?
Si bien las ciudades hoy concentran algunos servicios para la producción local, estos deberían de ampliarse para contribuir a un desarrollo sostenible del área rural.
En este artículo se pretende presentar someramente 20 principios de la estrategia de lucha contra la pobreza en el Perú, fundada en el desarrollo de los corredores económicos y las ciudades intermedias y relevantes para las sociedades rurales y urbanas con elevados índices de pobreza relativa y extrema, analizadas por el autor en un artículo precedente, en base del Mapa de Pobreza del Perú 2007. Se busca despertar la atención de las autoridades gubernamentales y líderes del sector privado, a fin de encauzar y mejorar la eficacia de sus políticas y decisiones económicas y sociales en la lucha por erradicar el flagelo de la pobreza en el Perú, habida cuenta la persistencia en el largo plazo de sus magnitudes e implicancias negativas en el desarrollo nacional.
20 PRINCIPIOS
1. El desarrollo humano exitoso de una sociedad requiere, ante todo, la generación de puestos de trabajo e ingresos económicos permanentes y en la cantidad suficiente; empero, son las poblaciones más pobres las menos capacitadas para generarlos debido a que se hallan aisladas de los mercados.
2. La reducción de la pobreza extrema requiere el establecimiento de nexos entre los más pobres y los mercados, es decir, de la articulación de los centros urbanos con las áreas rurales. El desarrollo sostenible no se logra con el asistencialismo, tampoco es posible lograrlo con el paternalismo, ambas fuerzas paralizantes del desarrollo.
3. Para combatir la pobreza en el Perú, una manera eficaz puede ser el desarrollo de las ciudades de segundo y tercer orden. Dadas las características geográficas imperantes, estos sistemas urbanos adoptan la forma de corredores longitudinales que, en virtud de su potencial económico pueden ser identificados como corredores económicos. De modo que las áreas más indicadas para dirigir y atender a las poblaciones más pobres son las ciudades intermedias y sus áreas colindantes con potencial económico. Esto sugiere que el lugar donde se encuentra la pobreza no es necesariamente el mejor lugar donde atacarlo.
4. Una traba al desarrollo sostenible del Perú es, probablemente, la pequeña demanda efectiva, tanto local como nacionalmente, por lo que es necesario identificar y ganar mercados mediatos adicionales para “exportar regionalmente” los productos que éstos requieren, dándoles el mayor valor añadido posible.
5. Todo parece indicar que en el Perú las inversiones que favorecen y pueden favorecer m{as eficazmente las exportaciones a otras regiones y otros países del mundo, son las vías de comunicación (carreteras pavimentadas, afirmadas, troncales y caminos de acceso a los centros de producción). Dicha vías cumplen un rol esencial en la articulación de los bolsones de pobreza extrema con las ciudades y el resto de la economía.
6. La promoción de las ciudades intermedias fomenta el desarrollo agropecuario. El campo y la ciudad juegan roles complementarios, no obstante la pequeña demanda efectiva, que es un obstáculo para la dinamización de la actividad agropecuaria.
7. Al sector privado le compete, principalmente, la conducción directa de actividades productivas del país y al sector público facilitarlas, planificando el desarrollo estratégico y equilibrado de los mismos y creando las condiciones propicias para su despegue. En esa línea, el Estado debe cumplir roles claves como estos: a) priorizar el desarrollo de los sectores estratégicos de la economía nacional; b) fijar las reglas de funcionamiento claras y transparentes del mercado y obligar a su cumplimiento a los demás agentes económicos; c) invertir estratégicamente en infraestructura económica y social, con lo que posibilita la reducción de los costos de transacción y da lugar a las economías competitivas; y, en casos necesarios, d) corregir los fallos y limitaciones de mercado y crear condiciones propicias para su mejor funcionamiento en los sectores económicos con relativa dificultad y menor desarrollo.
8. Es de esperar que, a futuro, las oportunidades para generar ingresos sean escasas, pequeñas pero crecientes (además, los pobres no tienen suficientes capacidades para aprovechar las ventajas que brinda la economía de escala). Por lo que es necesario promover la inversión extranjera directa, principalmente en los sectores estratégicos de desarrollo priorizados en el plan nacional.
9. El incremento de los ingresos económicos de los pobres no sólo depende del incremento de la producción, sino también y, sobretodo, del acceso a los mercados. En ese sentido, no sólo debe buscarse cómo superar las restricciones tecnológicas e institucionales para ese acceso, sino también adecuar la oferta agropecuaria a las necesidades de los mercados actuales y potenciales, tanto de las ciudades del país como de los mercados extranjeros con elevada capacidad adquisitiva.
10. El ingreso de un inversionista a una actividad económica está condicionada no sólo a la existencia de infraestructura económica básica (redes viales, puertos, aeropuertos, redes de telecomunicaciones, etc.), apertura externa, libre cambio, estabilidad jurídica, instituciones sólidas y ambiente armónico, etc., sino también al acceso a conocimientos especializados en gestión, capital humano, tecnología, información de mercado, mercado de capitales, etc. La ausencia de información, a costo razonable, sobre aspectos relevantes de los negocios (de precios, de cantidades ofrecidas), la inseguridad económica, social y política también limitan las inversiones extranjeras.
11. Hay que amalgamar el componente social de la lucha contra la pobreza con la de generación de oportunidades de ingreso a través del programa de fortalecimiento de las ciudades intermedias. Las zonas rurales sin potencial económico no son atractivas para invertir económicamente, por lo que, mientras se avanza en ese sentido, se debiera reforzar la asistencia alimentaria a los grupos de población más vulnerables, haciéndola más focalizada a los niños menores de cinco años y madres en situación de gestación, como parte de programas de asistencia social.
12. Por las tendencias macroeconómicas de los últimos años, es probable que el patrón del crecimiento económico peruano continué siendo intensivo en capital y menos en mano de obra. A menos que el país haga mayores inversiones para aumentar la productividad de una gran proporción de su población pobre, sigue en ciernes el peligro de que su crecimiento futuro continúe sin compartirse ampliamente. Frente a ello, la educación básica y superior de calidad (además de impulsar el emprendimiento y espíritu empresarial), y el mejoramiento de las condiciones de salud de la población pobre, constituyen elementos esenciales.
13. Dado que el objetivo es plantear una estrategia que desarrolla una base prácticas para luchar de mejor manera contra la pobreza, el éxito de un programa de ciudades intermedias dependerá de una gran número de actores y grupos de interés que involucren tanto al sector público como al privado, propiciando una actuación concertada.
14. Es necesario tener claro que una estrategia de ciudades intermedias (ciudades de segundo o tercer orden que intermedian la dependencia de otras ciudades más pequeñas con respecto a Lima Metropolitana), supone que la economía nacional en su conjunto mantenga elevadas tasas de crecimiento en el largo plazo. Por consiguiente, no debe ser concebida como una argumentación que desaliente el crecimiento económico de Lima.
15. La constitución de mercados regionales y zonales descansa más en la articulación de los centros urbanos, que en la relación establecida entre cada uno de éstos y sus entornos rurales. Las ciudades son espacios productivos que sustituyen importaciones y generan exportaciones desde y hacia otras ciudades con relaciones de complementariedad económica.
16. Desde una perspectiva de desarrollo regional, corresponde expandir la red vial para desarrollar los sistemas urbanos (conjunto de ciudades, en donde la ciudad más grande depende directamente de Lima) cerrando los circuitos mediante vías transversales y reconociendo la importancia de la triangulación vial. Para la formación de sistemas urbanos no sólo es preciso que se los costos de transporte, sino también que se reduzcan los circuitos (esto es ampliar los espacios económicos).
17. Cuando una ciudad tiene un rol de alto potencial y es el único núcleo urbano que puede asumir dicho rol (por su ubicación y por ser nudo vial) ocurren tres fenómenos: 1) las condiciones operativas y de rentabilidad de las actividades económicas es más alta que en otros lugares, haciendo posible el avance de las empresas con relativa deficiencia; 2) inician un proceso de atracción de inversiones hacia la ciudad, así hayan deficiencias infraestructurales; y 3) el rol altamente potencial crea un ambiente local de oportunidades de negocio que conllevan a generar una base empresarial que su realización requiere.
18. El desarrollo de las ciudades con menor jerarquía está en función del desarrollo de las ciudades con mayor jerarquía en el segmento urbano correspondiente. Las inversiones a efectuarse en cada corredor deberían centrarse en las ciudades más grandes de modo que éstas irradien prosperidad a las otras por su fuerza centrífuga. La ubicación de una ciudad respecto a otras ciudades vecinas, a lo largo de un corredor económico, establecen la complementariedad de roles entre las demás ciudades, espacios productivos y centros poblados.
19. Los roles económicos de una ciudad deben ser concebidas y enfocadas particularmente como parte de una red regional de ciudades, pueblos y áreas productivas. De ahí que los criterios de selección urbana en el marco de la estrategia deben enmarcarse en una visión sistémica. Las ciudades son importantes, o llegan a serlo, por el rol que juegan al interior de un subsistema urbano (cuando la ciudad que detenta la primacía dependen de otra que intermedia su dependencia con Lima Metropolitana), donde se vinculan a través de los corredores. La selección deberá identificar aquellos corredores con mayor potencial económico y vinculación con las áreas de extrema pobreza.
20. Si el territorio es un espacio natural, económico y social unido por los corredores económicos, las cuencas y regiones naturales que trascienden los límites administrativos y políticos; y la descentralización es un proceso social de redistribución territorial de las oportunidades de desarrollo con el fin de facilitar y propiciar la transición sostenida de los modos de subsistencia a los de emprendimiento y desarrollo sostenible mediante la utilización de los recursos del territorio, entonces la concertación, el asocio y la participación entre las instituciones públicas, privadas y la sociedad civil resultan cruciales para concebir y aplicar políticas económicas, sociales y ejecutar tanto los planes, programas y proyectos de inversión, de manera eficiente, viable, legítima y duradera.
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REFERENCIAS:
(1) en http://www.google.com.pe/search?hl=es&q=desarrollo+territorial+pcm&meta=&aq=f&oq=
(2) en http://www.revistadesarrollohumano.org/anterior/bole_52.htm
(3) http://www.cipca.org.pe/cipca/webir/articulospiura/articulospdfs/progregdecomregp2004/parte3-1.pdf
(4) en http://www.care.org.pe/websites/fortalece/Notas/DESARROLLO_ECONOMICO_Y_COMPETITIVIDAD_CG.pdf
(5) Plan Nacional de Desarrollo Territorial 2004–2013 http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/pe/econcusco/ruta.htm
Biblioteca Digital de Economía y Contabilidad - bdfec
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